El presidente Ricardo Martinelli decidió revocar la medida que establecía como obligatorio el registro en la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) de los animales silvestres que se tengan en las residencias a un costo de 10 balboas por cada mascota.
La medida, impulsada por la Anam, contemplaba igualmente restringir en solo dos el número de animales silvestres en una residencia, y fijaba un periodo de gracia para que todos los ciudadanos cumplieran con el citado registro de animales silvestres, entre los cuales figuran pericos, loros, guacamayas, ñeques, iguanas verdes, perezosos, ocelotes y ardillas, entre otros.
Aquellos que incumplieran esa orden de la Anam pagarían una multa que iría desde 200 balboas hasta 10 mil balboas.
La decisión del Presidente está en sintonía con las voces ciudadanas en contra que se han levantado para repudiar la disposición de la Anam.
“Nuestro país está constituida bajo un principio de Libertades. Libertad de expresión; la libertad de tener la cantidad de hijos en una familia, y también la libertad de tener mascotas. Siempre y cuando esas mascotas no estén en extinción o siendo mal tratados”.